Alcalinidad y acidez son conceptos opuestos que, con una adecuada comprensión, pueden resolver problemas de nuestra salud.
La acidez y alcalinidad responden a la forma de clasificar la reacción de cualquier elemento, sobre todo en medios líquidos. El grado de acidez o alcalinidad se mide a través de una escala de ph(potencial de hidrógeno), que va del extremo ácido (0) a 14, extremo alcalino, y en el centro está el 7, el valor neutro. Eso no quiere decir que lo ácido sea malo y lo alcalino sea bueno, dado que ambos de necesitan y se complementan. Las células de nuestro cuerpo necesitan alimentarse, eliminar residuos y renovarse constantemente. Para estas funciones, la sangre es fundamental, porque lleva nutrientes como el oxígeno y retira residuos tóxicos que genera la transformación. El nivel de sangre debe oscilar entre un estrecho margen entre 7,35 y 7,45 cuando se exceden estos límites la sangre pierde la capacidad de almacenar oxígeno y en el otro extremo pierde eficacia en la eliminación de residuos.
Un eficiente metabolismo celular exige una constante circulación de flujo de sustancias alcalinas para neutralizar los ácidos. La sangre debe obtener suficientes bases de los alimentos. En caso de carencia, ésta busca mecanismos para preservar el equilibrio; uno es el depósito de ácidos en los tejidos, lo que genera, reuma, problemas circulatorios, etc. Otro mecanismo es recurrir a su reserva alcalina: calcio, magnesio, potasio, depositados en huesos, articulaciones, etc. Así funciona el mecanismo de descalcificación y la desmineralización. Esto lleva al desgaste de huesos, la degeneración de las articulaciones, el cabello débil, las lesiones en mucosas, afecciones en vías respiratorias. Normalmente estos síntomas no se asocian con la acidez. Un ejemplo es la osteoporosis, enfermedad asociada a la acidificación. Erróneamente se la combate con alimentos lácteos que, por su aporte ácido, agravan el problema. La solución es alcalinizar el organismo para neutralizar su acidez.
Dado que el exceso de ácidos se elimina a través de los riñones y la orina, esta es un buen indicador de lo que sucede en nuestro organismo. Palidez, dolor de cabeza, dolores reumáticos, neuralgias son síntomas de una acumulación anormal de sustancias ácidas, el simple aporte de sustancias alcalinas hacen desaparecer estos síntomas.
Un ejemplo que clarifica esta teoría es que después de varias horas de intenso y continuado trabajo nos sentimos cargados. Si salimos y caminamos, nos oxigenamos adecuadamente y esto nos produce una sensación de mayor bienestar. El oxígeno quema los ácidos orgánicos, convirtiéndolos en anhídrido carbónico, el cual es eliminado por los pulmones.
Varios estudios demuestran que las frutas y verduras silvestres poseen mayor cantidad de sales alcalinas que las de cultivo. O que después de un día de ayuno con zumos de frutas, al día siguiente notamos una sensación de alivio general. La fruta madurada artificialmente, en cámaras, deja de comportarse como alcalinizante.
William Howard sugería una proporción en volumen del 20% en alimentos acidificantes y 80% en alcalinizantes
Muy interesante. Un saludo
ResponderEliminarMe alegro mucho Diego, gracias por tu comentario.
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