domingo, 25 de noviembre de 2012

CINCO PASOS PARA LIMPIAR TU DIETA

 Antes de comenzar considero importante recordar que es el PH y la relación acidez/alcalinidad de la que hemos hablado en un artículo anterior.  La escala de PH va de 0 a 14, siendo 7 el punto neutral. Por debajo de 7 es acido y por encima de 7 es alcalino, siendo 7,365 el punto óptimo para la sangre, es decir, ligeramente alcalino.
 El PH de nuestros fluidos internos afecta a cada célula de nuestro organismo y, por tanto, a nuestro grado de salud. Todos nuestros procesos metabólicos dependen de un entorno alcalino para funcionar correctamente.
Sin embargo, la mayoría de los alimentos que consumimos en la actual dieta Occidental provocan acidez, como por ejemplo el pan, el azúcar, el alcohol, la cafeína, las carnes, los lácteos y las harinas refinadas.
El  consumir una dieta ácida durante un periodo de tiempo determinado traerá consigo la degradación de nuestros tejidos y, por tanto, perjudicará  nuestras  actividades y funciones celulares  básicas.
Puesto que la gran mayoría de las enfermedades se desarrollan en entorno ácido, optar por consumir alimentos alcalinos será entonces la mejor forma de mantener una buena salud a largo plazo.


5 PASOS PARA LIMPIAR TU DIETA

1-      MANTENTE HIDRATADO

Según recientes estudios, alrededor del 90% de la población sufre de deshidratación crónica, lo que causa un importante impacto en su calidad de vida. Me sorprende cuando la gente me dice que no bebe agua, ya que el estar debidamente hidratados marca la diferencia en nuestra salud, nuestras defensas y nuestros niveles de energía y vitalidad. La cantidad y calidad del agua que bebes tiene mucha repercusión en tu estilo de vida.

·         Bebe mínimo de 6 a 8 vasos de agua al día e intenta hacerlo siempre con el estomago vacio. Es buen hábito tomar 2 vasos en ayunas y uno antes de cada comida del día.
·         Una o dos veces al día exprime medio limón en un vaso de agua. Esto limpiará tu organismo, acelerará tu metabolismo y reducirá el exceso de acidez. Es curioso, porque el limón en su estado natural es muy acido, pero al digerirse tiene un alto poder alcalinizante.
·         Disfruta cada día de un buen concentrado de hierbas, que aparte de darte energía natural, tenga poder antioxidante y te ayude a deshacerte del exceso de líquidos retenidos y grasas.

2-      PIENSA EN VERDE

Suele haber un poco de confusión sobre que alimentos son alcalinos y cuales son acidificantes, pero esta simple regla abarca el 90% de los alimentos:

Los alimentos alcalinos son aquellos que ya sabes que son buenos para ti: verduras frescas, ensaladas, frutas, frutos secos, semillas y demás alimentos sin refinar. Estos son Altos en nutrientes y bajos en kilocalorías.

Los alimentos acidificantes son todos aquellos de los que ya sabes no debes abusar: alimentos refinados, comida rápida, carnes, lácteos, azúcar, grasas trans, cafeína, pan blanco, pasta y arroz blanco, chocolates, pizzas, alcohol, salsas, bebidas refrescantes, helados,…Estos son Bajos en nutrientes y altos en kilocalorías.

Ponte como objetivo alimentarte en un porcentaje de 80/20, es decir, consume el 80% de alimentos alcalinos y sólo el 20% de alimentos acidificantes. 

3-    APORTA 

Tómatelo con calma!!. Aquellos que lo intentan hacer perfecto desde el día uno, se pierden el proceso de aprendizaje, de experimentar y de tratar de encontrar alimentos que les beneficien a ellos y a sus familias, terminan pasando hambre y hartos de restricciones. Es mucho mejor tener una transición, marchar lentamente pero dando pasos seguros pensando más en el beneficio de consolidar los hábitos en el largo plazo. Enfócate en incluir cada día más alimentos alcalinos.

4-      OXIGENATE

Un simple ejercicio de respiración realizado una o dos veces al día será de gran ayuda para tu cuerpo para deshacerse del exceso de ácidos de tu sistema circulatorio.
Además te ayudará a des estresarte, relajarte y parar el ritmo diario, lo cual también es importante. Siéntate cómodamente y sigue estas sencillas instrucciones:

Toma aire durante 4 segundos, mantenlo durante 8 segundos y expúlsalo durante otros 4 segundos…vuelve a repetir el ejercicio hasta 10 veces más. 

5-      SUPLEMÉNTATE

Es una realidad que cada vez sufrimos de mayores deficiencias a nivel celular. En primer lugar porque no le damos al cuerpo suficientes alimentos naturales que aporten los nutrientes necesarios y,  en segundo lugar,  porque el stress, la contaminación, el sedentarismo, el tabaco, las ondas electromagnéticas…son los mayores destructores de nutrientes que existen, lo cual  nos causa debilidad, falta de energía y propensión para tener problemas de salud. Es por ello que necesitamos aportar nutrientes en forma de suplementos nutricionales naturales, asegurándonos que estos sean de máxima calidad y que tengan un soporte médico y científico importante.

Finalmente, tómatelo con calma, no busques la perfección, ve paso a paso añadiendo cada día acciones que te ayuden a mejorar. Cuando falles no te preocupes, vuelve a enfocarte y comienza de nuevo. EL RESTO DE TU VIDA ES UN LARGO Y APASIONANTE VIAJE, ASI QUE DISFRUTALO CON LA SALUD, LA ENERGÍA Y LA VITALIDAD QUE MERECES!!!

martes, 13 de noviembre de 2012

Remedios naturales contra el mal aliento

El mal aliento no suele ser un problema local, originado en la boca. Normalmente está provocado por una digestión incompleta en el estómago y por la fermentación de alimentos en los intestinos. Las infecciones por hongos (Candida albicans), acumulaciones de metales pesados (como mercurio), indigestión, el mal funcionamiento de los riñones o del hígado e incluso desórdenes pulmonares también pueden ser su causa.

Se acumulan compuestos sulfurosos en las vísceras y su cuerpo se libra de ellos evacuándolos por los pulmones y, por lo tanto, a través del aliento.

Por fortuna, este problema a menudo puede tratarse con simples productos naturales desprovistos de todo peligro para el organismo.

 

Un tubo digestivo sano

La primera regla es limpiar su tubo digestivo. Ingiera más fibras solubles y beba regularmente agua. Atención, no estoy diciendo que tenga que saturarse de agua tal como recomiendan las autoridades sanitarias, que querrían convertirnos en plantas verdes tropicales.

El exceso de agua es malo para la salud, ya que elimina valiosos minerales presentes en sus órganos. En cambio, beber un gran vaso de agua por la mañana 10 minutos antes del desayuno es una excelente manera de purificar sus riñones. Durante el resto de la jornada, un vaso de agua antes de cada comida y una taza de té verde dos o tres veces al día son más que suficientes, a menos por supuesto que esté realizando un ejercicio físico intenso o haga mucho calor. Alimentos que contienen agua y fibra son las ensaladas verdes, las frutas, las hortalizas crudas, los brotes y la habas.



Una buena flora intestinal

Para funcionar bien, su tubo digestivo necesita una flora intestinal de calidad. Y así será si cultiva en él buenas bacterias, consumiendo regularmente "probióticos", bacterias que se denominan de este modo porque "favorecen la vida". Estas bacterias “buenas” facilitarán su digestión y eliminarán las malas bacterias que producen gases malolientes.

Factores agravantes

El ajo y la cebolla, que contienen muchos componentes sulfurosos, provocan mal aliento.

Las personas que digieren mal la lactosa (el azúcar de la leche) -que son muchas- pueden tener mal aliento cuando consumen productos lácteos.

Una mala higiene bucal no facilita las cosas: la acumulación de placa dental, la caries, las enfermedades de las encías y los restos de alimentos que se pudren entre los dientes son factores agravantes.

Así pues, tiene la posibilidad de mejorar su estado actuando sobre todos estos factores.

Una vez que haya hecho todo ello, habrá tratado el fondo del problema. Ahora bien, puede no ser suficiente en todos los casos. ¡Y es aquí donde puedo aportarle información verdaderamente útil!

¡Su madre tenía razón!

Seguramente recuerda que su madre ponía una buena dosis de perejil en los platos que llevaban mucho ajo.

El motivo es que el perejil contiene muchísima clorofila, ese pigmento verde que confiere su color característico a las hojas y las plantas. Y la clorofila es un potente desodorante natural para el organismo.

En 1950, el Dr. Howard Westcott publicó las conclusiones de un estudio que había llevado a cabo sobre pacientes anémicos, durante el cual pudo constatar que el olor de la orina de quienes habían tomado clorofila era mucho menos fuerte.

Supuso entonces que la clorofila atenuaba el mal aliento y los olores corporales, un hecho que verificó en el curso de una pequeña prueba informal que realizó con otros médicos y enfermeras.

Les hizo tomar zumo de cebolla (una práctica afortunadamente poco extendida) y constató que el olor disminuía enormemente en aquellos que después realizaron enjuagues bucales con clorofila.

No hizo falta más para desencadenar un movimiento mundial a favor de los chicles y los dentífricos de clorofila.

Doble efecto de la clorofila

La razón del poder de la clorofila para combatir el mal aliento es doble.

En primer lugar, suprime los olores en la boca y en la garganta. Pero en segundo lugar -y esto es lo más interesante- la clorofila es fuertemente alcalina, lo que quiere decir que tiene un efecto beneficioso sobre las vías digestivas, al regular la producción de bacterias y desintoxicar el cuerpo.

La actividad desintoxicante de la clorofila en el flujo sanguíneo tiene un efecto purificante sobre todo el cuerpo que refresca el aliento.

Pero atención: muchas personas confunden la menta con la clorofila.

La menta, así como los enjuagues bucales de menta, no hacen nada para combatir el mal aliento. Se limitan a enmascarar el olor, sin atacar las causas internas del problema.

Además, según estudios realizados en los últimos años en la Universidad de Sao Paulo, en Brasil, la utilización diaria de enjuagues bucales tiene consecuencias en:

  • El riesgo de cáncer de boca.
  • La erosión del esmalte dental.
  • El aumento de la sensibilidad de los dientes.
Sin embargo, el aspecto más molesto de los enjuagues bucales es que pueden agravar sus problemas de aliento. Esto se debe a que suelen contener alcohol, que mata masivamente las bacterias presentes en su boca. El efecto inmediato es que el aliento mejora, pero el efecto a largo plazo es que el espacio liberado es rápidamente colonizado por malas bacterias. Por lo tanto, recurrir a enjuages bucales contra el mal aliento no hace sino incrementar el círculo vicioso.

La clorofila, sin embargo, no produce ningún “efecto dominó” de este tipo; al contrario, actúa de modo positivo sobre la salud general, ya que tiene también propiedades anticancerígenas, antioxidantes y antiinflamatorias.

Contiene asimismo muchos nutrientes esenciales: vitamina A, C, E y K, ácido fólico (B9), hierro, calcio y magnesio.

Tiene un potente efecto quelante, es decir, se une a los metales pesados, como el mercurio, y los evacúa del cuerpo.

Como cabría esperar, encontrará gran cantidad de clorofila en las hortalizas verdes y en las algas. El mate (infusión que se consume en Sudamérica) es una de las fuentes conocidas más ricas en clorofila.

Eneldo, alfalfa y perejil

Masticar granos de eneldo es otra manera excelente de atenuar el mal aliento, al igual que tomar granos de anís –de sabor parecido al eneldo- al final de cada comida. Por último, puede elegir tomar complementos alimenticios a base de clorofila: la dosis estándar es de 1 cucharadita de granulado o un comprimido de 100 mg al día después de cada comida.

Si elige tomar un complemento de clorofila en forma líquida, como la alfalfa líquida, es posible tomar hasta una cucharada sopera o de 500 a 1.000 mg al día. El líquido debe estar diluido en zumo o en agua.

Sin embargo, yo personalmente prefiero el remedio de nuestras madres: el perejil. Si toma hojas de perejil con la comida, éstas acompañarán a los alimentos a lo largo de la digestión, produciendo así su efecto refrescante allí donde hace falta y cuando hace falta.

martes, 6 de noviembre de 2012

FABRICA DE ADICCIONES


Una de las principales causas de la obesidad es la adicción. La gente no puede dejar de comer alimentos que saben que les perjudican. Entendemos la adicción al tabaco o al alcohol, pero no llegamos a entender eso de la adicción a la comida, incluso sabiendo que la industria alimentaria añade sustancias adictivas a nuestros alimentos. Su objetivo no es ofrecerte un producto que sea saludable, sino que te haga querer volver a comprarlo y que pueda mantenerse mucho tiempo en tu despensa sin estropearse. El principal objetivo de la Industria Alimentaria es venderte más y más comida…y la mejor forma de conseguirlo es manipulando la estructura química de los alimentos para que estén vacios a nivel nutricional y, sin embargo, tengan una textura y un sabor increíbles.

Por ejemplo, un alimento procesado basado en azucares refinados o un refresco elaborado a base de sirope de maíz de alta fructosa (HFCS), envían una carga bioquímica al cerebro que hace que momentáneamente nos sintamos felices y muy satisfechos. Al acostumbrarnos a esa agradable sensación, queremos más y más de ese tipo de alimentos (bollerías, refrescos, dulces, comida rápida,…) y seguir teniendo ese sentimiento de euforia. Pero esa sensación desaparece rápidamente y de repente nos sentimos como si nos faltara algo, nos baja la energía y el humor, y nos sube la ansiedad y el hambre. ¿Dónde están los nutrientes esenciales que realmente necesitan nuestro organismo y nuestro cerebro? La respuesta según la Industria Alimentaria es consumir otro refresco, otro trozo de tarta o una pizza. Y llega un momento en que no podemos aguantar más esta situación.
Gente muy inteligente alrededor del mundo están sufriendo obesidad mórbida. Ellos saben muy bien que la comida que consumen les va a matar y están sufriendo una muerte lenta… ¿Por qué siguen en esa dinámica y comiendo de esa forma? Sencillamente porque no pueden cambiar, son adictos…es como si estuvieras  atrapado y hundiéndote  en aguas movedizas y la gente te animara una y otra vez a salir. La adicción trasciende a la lógica y a la inteligencia.
Pero, afortunadamente sí que hay una salida a través de un correcto asesoramiento, apoyo emocional  y Educación Nutricional.
ASPARTAMO, CAFEINA Y GLUTAMATO MONOSÓDICO
El Glutamato mono sódico o MSG (E-621), sustancia utilizada en los laboratorios para engordar a los ratones, está presente ya  en el 80% de los alimentos procesados, incluida las bolsas de guarrerias que les compramos a nuestros hijos. Lo que hace este potenciador del sabor es despertar un hambre ansiosa hasta el punto de incrementar la voracidad en un 40%. Por ello se le conoce ya como la nicotina de los alimentos. Si quieres ampliar la información sobre esta sustancia, te recomiendo leer este artículo de la revista Discovery Salud…

De la misma forma que el MSG está haciendo estragos en nuestro cerebro, también lo hacen el aspártamo y los diferentes edulcorantes artificiales, que contienen sustancias tóxicas que hacen daño a nuestro organismo. El Aspártamo es el más conocido y se encuentra en la mayoría de los aperitivos, bebidas refrescantes, conservas, cereales refinados, productos dietéticos y  bollerías industriales, zumos, chucherías,…Según expertos, este edulcorante es peor que consumir azúcar refinada, es muy tóxico y con su abuso, a la larga puede dar lugar a migrañas, problemas neurológicos y cognitivos, esclerosis múltiple,  dolores de cabeza, convulsiones  y tumores. El problema aumenta cuando en el caso de muchas bebidas refrescantes, se mezcla el aspártamo y la cafeína, lo cual crea un tipo de excito toxina que destruye células cerebrales, no sin antes crearnos una agradable sensación de excitación.
No son las grasas las que nos engordan, sino el azúcar. Cuanto más azúcar y diferentes aditivos consumimos, tendremos más tendencia a sufrir enfermedades crónicas, de la misma forma que nuestro humor tendrá muchos  altos y bajos. Sabemos de los problemas que causan la cocaína, la heroína y el alcohol, de hecho nos referimos a ellos como drogas duras. Pues ya es hora, que comencemos a reconocer al azúcar como una droga si queremos deshacernos de su fuerte adicción.
Os relaciono a continuación una lista de edulcorantes de MENOS A MÁS saludables…
·         Edulcorantes artificiales incluido el aspartamo
·         Sirope de maíz de alta fructosa (HFCS)
·         Azúcar blanca
·         Néctar de Agave
·         Azúcar de caña
·         Azúcar de palma de coco
·         Miel natural sin procesar y sirope de Arce
·         Dátiles, pasas y fruta fresca
·         Stevia (hierba natural con alto poder endulzante)